¿Sabía qué las fresas congeladas son igual de nutritivas que las frescas?
La ciencia no muestra que haya una diferencia importante entre las fresas frescas y las congeladas en lo que respecta a las vitaminas y nutrientes. Así que no dude en usar fresas congeladas cuando no abunden las frescas: de todas maneras estará dando a su familia el gran sabor y los mismos nutrientes esenciales que distinguen a las fresas: mucha vitamina C, fibra, folato y antioxidantes.
Le presentamos algunas ideas de recetas con fresas congeladas:
Licue las fresas congeladas para hacer un batido que sea un refrigerio nutritivo o puede preparar una malteada para ese dulce antojo.
Bata las fresas para hacer una salsa que puede disfrutar como condimento para refrigerios o platillos dulces o salados.
Rellene con ellas postres como pays, tartas, crumbles o cobblers.
Úselas enteras o molidas en sus platillos horneados preferidos como tartas de queso, tartaletas o pasteles Bundt.
Los niños pueden ayudarle a preparar paletas, dulces o helados de fresa caseros.
Relájese con una margarita de fresa bien fría o agregue puré de fresa a su bebida preferida.
Elabore una mermelada o jalea de fresa para untarla en su pan tostado o muffin favorito.